¿Sufres de ansiedad?: la música y sus beneficios para
el cerebro
Sin importar el género de música que escuches ésta
puede ayudarte a combatir la ansiedad, a concentrarte y a mejorar el estado de
ánimo
¿Qué tipo de música le gusta?
Sin importar si es tropical, clásica o rock, puede
ayudarle a combatir la ansiedad, a concentrarse
y a mejorar el estado de ánimo o el rendimiento físico. El requisito es
que sea su favorita.
Eduardo Calixto González, jefe del Laboratorio de
Neurobiología del Instituto Nacional de Psiquiatría, explica que los beneficios
de la música para la salud están relacionados con la liberación de dopamina, la
sustancia responsable de provocar placer.
“La música incrementa la actividad neuronal y mejora
las funciones cognitivas, siempre y cuando sea agradable para la persona.
“Si le gusta Nirvana esa música le va a funcionar, si
le gustan los Ángeles Azules le va a funcionar porque incrementa la liberación
de dopamina”, detalla.
Las canciones con ciclos repetitivos en las notas o en
la letra favorecen la comunicación entre las neuronas.
Fructuoso Ayala Guerrero, jefe del laboratorio de
neurociencias de la Facultad de Psicología de la UNAM, agrega que escuchar
música es una de las pocas actividades que requiere de la participación de
ambos hemisferios cerebrales.
Pero entonces ¿Si mi música preferida ayuda a mi
cerebro a funcionar mejor, puedo estudiar escuchando heavy metal? “No
precisamente”, contesta el especialista del Instituto Nacional de Psiquiatría.
“Es un hecho que mientras más te guste la música que
estás escuchando te entretiene más y te distrae; entonces no vas a entender lo
que estás leyendo o tratando de aprender.
“Lo que hay que hacer es escuchar música en promedio
45 minutos antes de empezar a estudiar, esto va a dejar un andamiaje neuronal
que se puede aprovechar para tener mejor concentración y más capacidad de
retención”, señala González.
Resulta muy útil escuchar música cuando se trata de
hacer ejercicio más intenso y durante más tiempo, coinciden los especialistas.
La combinación de ejercicio y música genera un “jugo
neuroquímico” constituido por dopamina, adrenalina y endorfinas que potencia la
resistencia física.
En el plano emocional, dado que la música incide en el
sistema límbico del cerebro que está relacionado con este estado, es capaz de
ponernos contentos o tristes, señala Ayala.